Nota: Escribí esta entrada en el bus y a través de nuestra vacación por mano. Lo que ves acá es, con algunos cambios necesarios, más o menos verbito.
Estoy muy emocionado ahora porque nuestros asientos son, sin exageración, al frente (y en el nivel arriba) del ómnibus. Es como que, para citar Jackecito, “estamos manejando este bus.” Imaginamos que durante la noche, vamos a volar y las estrellas (luces blancos en la oscuridad), estrecharán mientras entramos a “velocidad de luz”. Sí, a veces dejo mi lado “nerd” domina.
Otra cosa: los asientos son muy cómodos. Más cómodo que los asientos económicos en las aviones. Pero, cuando pienso en esto más, me di cuenta que al mismo tiempo usualmente se pasa meno tiempo en una avión. Necesitamos 16 horas para llegar a Mendoza: Necesité menos para viajar de Houston a Buenos Aires.
De todos modos, no me importa mucho esta pregunta en este momento. Voy a tranquilarme. Me alegro que no tengo tarea (¡nada!) por esta semana que viene.
No comments:
Post a Comment